El Turismo y su significado

El Turismo y su significado

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Por Iván Godoy Flores. El día Mundial del turismo fue instaurado en 1979 por la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo y empezó a celebrarse a partir del año 1980. Esta fecha se eligió por coincidir con un hito importante en el turismo mundial: el aniversario de la aprobación de los Estatutos de la OMT  el 27 de septiembre de 1970. En 1999, Chile fue anfitrión del día Mundial del Turismo con el siguiente lema: «El turismo. Protección del patrimonio mundial para el nuevo milenio». Este lema sigue tan actual como aquel entonces y hoy cobra vigencia en la sustentabilidad turística en el ámbito socio cultural.

En Chile el turismo es un sector económico que mueve a una serie de actividades vinculadas a los alojamientos, restaurantes, tour operadores, servicios de guías y una larga cadena de proveedores de los más diversos servicios.  Sin embargo la calidad turística de un destino no se basa tan solo en los atractivos que este tenga. Destinos turísticos desarrollados poseen un lista larga de productos turísticos de buena calidad, responsables con el medio ambiente, inclusivos desde la perspectiva de las comunidades y que proporciona bienestar para los que esta cadena participan. En la Región de Arica y Parinacota el turismo ha sido considerado eje estratégico para su desarrollo desde la década de los 80 en el siglo XX. Sin embargo muy poco ha cambiado para referirnos a un destino turístico que contribuya a desarrollo regional. Las carencias son amplias y las brechas abundantes para su aspiración.

Lo primero, para poder entender este subdesarrollo, es la falta de reconocimiento de las autoridades, del carácter técnico del turismo como una disciplina que ha sido objeto de un sinnúmero de ciencias sociales y no tan sociales como la logística por ejemplo. Su carácter técnico permitiría comprender mejor las brechas existentes en el territorio para su desarrollo. Entender por ejemplo que el principal recurso turístico de un destino es su patrimonio, sea este natural o cultural. Patrimonio que requiere ser conservado, gestionado y promocionado a través de la fiscalización del cumplimiento de las normativas vigentes, los planes de manejo y modelos de gestión de los recursos y la puesta en valor de los patrimonios regionales a mano de públicos y privados. Sin embargo, todos los días evidenciamos el deterioro y la pérdida del patrimonio natural a través de la contaminación de las aguas, el suelo, el aire y del paisaje natural. En el Cerro Chuño por ejemplo, prácticamente desaparecieron los petroglifos pre hispánico, después de la implementación del camino que conduce a las antenas y a la subestación eléctrica ubicados en la cima. El patrimonio cultura también se ha visto afectado con el pasar del tiempo con la falta de procesos de rescate cultural material e inmaterial. El turismo contribuye a la preservación del patrimonio cultural, legado que distingue e identifica un pueblo.

Pero no basta el recurso turístico para el desarrollo del turismo. Este, por si mismo, no es suficiente para tornarse un atractivo. El recurso turístico requiere de la inversión en infraestructuras de apoyo para tornarse un atractivo turístico. Esta infraestructura está  representada por los caminos de acceso, conectividad, servicio de agua potable y alcantarillado, energía eléctrica, señalización e interpretación del recurso. Y en esto le cabe una gran responsabilidad al Estado y a los administradores del territorio.  La infraestructura de apoyo al turismo constituye hoy una brecha en la región. No se puede, responsablemente, promocionar un recurso turístico sin una adecuada infraestructura que otorgue garantía de seguridad y calidad al visitante. Por lo tanto, la calidad del atractivo turístico está directamente relacionada con la calidad de la infraestructura agregada. La calidad de la infraestructura se refleja en la calidad de sus accesos, señalización multilingüe, accesibilidad, arquitectura universal, en definitiva infraestructura habilitante para las inversiones en planta turística.

Los atractivos turísticos, por su parte, son difíciles de comercializar por sí solo. En realidad, lo que se comercializa en el turismo es lo que denomina el producto turístico. El producto turístico es la elaboración de bienes y servicios donde la principal materia prima es el atractivo turístico al que se le agrega la planta turística. La planta turística la constituye principalmente la inversión privada, la que se refleja en la construcción de alojamiento, restaurantes, servicios de guía, transporte e información entre otros. En la región de Arica y Parinacota, la calidad turística también es una deuda importante entre los empresarios turísticos. Como muestra, observamos en el sitio de Sernatur que el único establecimiento de alojamiento turístico con el Sello de Calidad en la región es el Hotel Sol de Arica. Pero, sellos a parte, la calidad se observa a simple vista, los trabajadores de recepción escasamente hablan inglés, lo mismo sucede con la mayoría de los guías de turismo, poseen escasa capacitación y la planta turística adolece de programas de mantenimiento.

Son escasos los establecimientos que se han preocupado del diseño universal de la planta que garantiza un turismo accesible. Cabe recordar que Arica es el principal destino desde que se creó el Programa Vacaciones de la Tercera Edad”, promovido por Sernatur. Un destino turístico accesible es sinónimo de calidad dicen los expertos. Y así lo comprobé en la Playa las Vistas en Tenerife – Islas Canárias, donde esta playa inclusiva era visitada por ciento de turistas alemanes y escandinavos, en su mayoría adultos mayores.

Gracias a un esfuerzo importante desarrollado por Sir Consultores, a los menos 5 establecimientos de alojamiento turístico optarán al Sello S de Sustentabilidad, un sello de calidad que trabaja sobre los ámbitos económico, ambiental y socio cultural.

El producto turístico aún necesita una política de precios, canales de distribución y un adecuado esfuerzo promocional para finalmente comercializar plenamente los productos turísticos del destino.