Por Iván Godoy Flores.
Una ciudad es sustentable, cuando puede proveer a sus ciudadanos de una adecuada calidad de vida. Mientras que al mismo tiempo puede preservar para generaciones futuras los activos físicos y ambientales de esa ciudad.
Este concepto es importante porque nos referimos a la calidad de vida de sus habitantes. Esta calidad de vida se refleja en la calidad de aire que se respira, la cantidad de enfermedades relacionadas con el medio ambiente, la calidad del sistema de transporte, servicios básicos, educación, igualdad de oportunidades laborales, seguridad, espacios públicos, áreas verdes, conectividad, entre otras.
Las ciudades sustentables son competitivas pues facilitan la atracción de inversiones y de negocios. Generan puestos de trabajo y de calidad. Las ciudades sustentables reconocen su pasado y su conexión, en la actualidad, con el ámbito sociocultural.
En el ámbito económico, las ciudades necesitan ser competitivas para generar empleo productivo y la diferencia entre una ciudad que está orientada al desarrollo sustentable y una que no lo está es que la que está orientada al desarrollo sustentable tiene al menos una expectativa futura de que va a poder mejorar su competitividad atraer inversiones, generar empleo productivo y romper finalmente el círculo de la pobreza y de la inequidad.
En América Latina y el Caribe más del 80 % de la población vive, trabaja, consume construye, juega, interactúa inventa y se moviliza en las ciudades.
Por eso no es exagerado decir que la sostenibilidad de nuestra región depende en gran medida de la sostenibilidad de sus ciudades.
Las ciudades entonces crecen y se modifican por eso planear para asegurar su sostenibilidad es fundamental, solo así se puede garantizar una buena calidad de vida a los actuales y futuros ciudadanos.
En América Latina y el Caribe sabemos que esta necesidad de planificar no es retórica es una lección que todos los ciudadanos sentimos en nuestra vida cotidiana cuando enfrentamos los problemas causados por una urbanización acelerada y sin planeación.
En el ámbito ambiental, hay también problemas de vulnerabilidad, fenómenos naturales, inundaciones, terremotos y tsunamis. Hay falta de espacios de recreación y podría nombrar otros. Pero las ciudades pueden ser muy buenas para el medio ambiente y para sus ciudadanos.
Lo que es malo es que por falta de planificación las ciudades tengan estos problemas. El reto es, entonces, transformar y construir ciudades de calidad para los ciudadanos de hoy y del futuro y la buena noticia es que sí se puede.
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Basado en el texto de: Sostenibilidad Urbana en América Latina y el Caribe – Banco Interamericano de Desarrollo (2011) del Curso Liderando el Desarrollo Sostenible de las Ciudades (2015).
Iván Godoy Flores, es director ejecutivo del Grupo Liaison Consultoría SpA. Estudió Ing. en Administración de Empresas, Magíster (C) en Ciencias Sociales Aplicadas – Universidad de Tarapacá.
