Expectativas y realidades del futuro gobierno de Gabriel Boric

Por Oscar Palleres Flores. 09.02.22. El triunfo electoral de Gabriel Boric, el 19 de diciembre, no habría sido posible sin la fuerza democratizadora que recorre Chile desde la rebelión popular de octubre de 2019. Pero no debemos olvidar que antes hubo otra elección el 21 de noviembre, cuyos resultados electorales en el parlamento, en números duros, fueron adversos a las fuerzas democráticas, que muy probablemente dificultarán la gestión y desarrollo del programa de Gobierno de Apruebo Dignidad.
Desde el triunfo de Boric en segunda vuelta, han venido creciendo las expectativas y esperanzas de nuestro pueblo en el futuro gobierno, que serán necesarias procesarlas adecuadamente. Como sabemos, los programas de gobierno se ejecutan y realizan mediante leyes que deben trabajarse y aprobarse en el Parlamento. Conscientes del hecho que no se tienen los votos para siquiera impulsar iniciativas legislativas, las fuerzas centrales de Apruebo Dignidad, certeramente optaron por ampliar los bordes políticos del gobierno para incluir a otras fuerzas políticas vinculadas a la centroizquierda socialdemócrata, para contar con un piso parlamentario, y a partir de allí, negociar con otros sectores políticos.
Como todo gobierno, el de Gabriel Boric y de las fuerzas políticas que lo sustentan, será medido por los resultados que se traduzcan en una mejora en las condiciones de vida de la población. Por lo mismo, tomando en cuenta la realidad económica, el estado de la pandemia y los compromisos asumidos con la ciudadanía, se vislumbra un Gobierno que se moverá en los espacios de la moderación, del diálogo y las negociaciones, es una especie de versión 2.0 de la democracia de los acuerdos con la que se inauguró la transición en 1990. Con una diferencia: ahora se deberá hacer de cara a la ciudadanía y con la mayor transparencia que requieren los actuales tiempos políticos.
Con todo, el solo hecho que las fuerzas democráticas transformadoras hayan ganado las elecciones y accedido a conducir el Gobierno, es un triunfo popular del cual debemos estar muy alegres y orgullosos. Pero también debemos estar conscientes de nuestras responsabilidades como militantes de la revolución: trabajamos para avanzar en una determinada realidad sociocultural; cada paso y cada avance debe ser consolidado para seguir en el rumbo de la profundización democrática.
Considerando lo expuesto, en mi opinión y en lo inmediato, debemos poner nuestras fichas en sacar adelante el trabajo de la Convención Constitucional, que nos permitan aprobar la Nueva Constitución, que proponga, entre otros cambios, un nuevo sistema de gobierno Semi Presidencial y un Congreso Unicameral, que posibilite en un plazo prudente, barajar nuevamente el naipe parlamentario y obtener las mayorías que se requieran para llevar adelante las transformaciones democráticas que demandan Chile y su pueblo.

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Ocar Palleres Flores es licenciado en Ciencias Jurídicas, es gestor cultural. Desarrolla una intensa actividad política. Es también consultor del Grupo Liaison y colaborador en esta columna.

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