Por Iván Godoy Flores. El Turismo como cualquier otro conjunto de actividades económicas desarrollados por el ser humano, no está exenta de riesgos. Estos pueden provenir de los fenómenos de la naturaleza tales como terremotos, inundaciones, avalanchas, tsunamis entre otros, o bien de la acción antrópica, tales como accidentes de trayecto, actos terroristas o cualquier otro que atente contra la seguridad humana. Ningún destino turístico en el mundo está exento de estos riegos. Pero también es cierto que los destinos turísticos que sean capaces de transmitir una sensación de seguridad, estará contribuyendo para mejorar la imagen como factor de competitividad. Vale también decir, que toda acción humana está expuesta a riesgos. Lo importante aquí es que se trabaje en programas de prevención, planificación y gestión del riesgo.
Según la Organización Mundial del Turismo la seguridad turística se define como la protección de la vida, de la salud, de la integridad física, psicológica y económica de los visitantes, prestadores de servicios y miembros de las comunidades receptoras.
La seguridad es un conjunto de sensaciones percibidas por el sujeto sobre el objeto en cuestión , en este caso el turismo en un destino. En la medida en que el turista percibe la seguridad del destino turístico como un conjunto de prevenciones traducidas en actividades de preparación, procedimientos, planes, protocolos y personal entrenado para eventuales emergencias, el turista mejorará la percepción de seguridad a pesar de los naturales riesgos asociados a la actividad turística. Esto se traduce en una mejor imagen del atractivo turístico, del establecimiento turístico y del destino en general. Esta mejora de la imagen es, sin lugar a dudas, un factor de ventaja competitiva del destino .
El Riesgo está Normado
Para los establecimientos de alojamiento turístico, representa una oportunidad de trabajar un aspecto importante de la norma de Calidad Turística por cuanto viene atender por ejemplo, el punto 4.1. letra b.4. de la norma NCh 2912 Requisitos para hoteles : Plan de emergencia ante situaciones tales como terremoto, tsunami o incendio. O también el punto 5.4 de la Norma de Sustentabilidad Turística para Establecimientos de Alojamiento Turístico (EAT). Asimismo, la norma internacional ISO 31000 también puede ser una buena plataforma para la gestión del riesgo.
A nivel local, los Hoteles Sol de Arica, Hotel Plaza Colón y Hotel Avenida, pertenecientes al PROFO Más Destinos, programa cofinanciado por CORFO, han implementado sus Programas de Emergencia, capacitando a sus funcionarios y revisando los factores de riesgo. Este año se realizará un programa de seguimiento, actualización y capacitación en la Gestión del Riesgo para estos establecimientos de alojamiento turístico.
Estrategia Nacional de Turismo
La Estrategia Nacional de Turismo 2012 – 2020 indica en el punto 31 el Plan de Seguridad Turística, cuya visión busca que: «Chile sea percibido como un país interesante, cautivador y único, pero a la vez seguro se ser visitado y recorrido». El país – agrega – por su conformación geográfica y geológica, se vuelve propenso a sufrir fenómenos naturales violentos y destructivos, como son terremotos, maremotos, erupciones volcánicas e inundaciones. Es poco lo que se puede hacer para evitar que esto ocurra. Sin embargo, existen medidas de relativa rápida implementación que pueden ayudar a prevenir riesgos, disminuir consecuencias e incluso mejorar la percepción de seguridad del viajero por el mero hecho de estar informado. Es responsabilidad de cada turista saber como actuar frente a situaciones de riesgo. La entrega de información a los turistas antes y durante el viaje, con el fin de demostrar que el destino está preparado para cualquier eventualidad e instruir al turista como prevenir eventos de riesgo y qué hacer en caso de una eventualidad. Por ejemplo, en caso de terremoto contar y comunicar sistemas claros y prácticos de alerta temprana de gestión de crisis en las zonas turísticas de mayor afluencia, son parte de la gestión que se realiza, así como la preparación del sistema turístico nacional para prevenir daños y riesgos mayores resultantes de catástrofes naturales o de otro orden. Existen además sistemas de auxilio a turistas que sufren accidentes, robos, asaltos, engaños o que se ven afectados por situaciones desastrosas. Así como un sistema coordinado de entrega de información al exterior que de a conocer la evolución de eventos de catástrofes, medidas de control, etc.
La seguridad que percibe un visitante tiene que ver con muchos factores, sin embargo, los más frecuentes son los siguientes eventos: – Desastres naturales. – Nivel de violencia o criminalidad en las calles. – Amenazas terroristas o de disturbios políticos que alteren el orden público. – Bajo nivel de higiene o salubridad. – Existencia de plagas o enfermedades de fácil contagio.
El objetivo general es desarrollar un plan de acción que permita prevenir riesgos para el turista, disminuir daños en caso de vulneración de la seguridad y, en general, aumentar la percepción de seguridad del viajero que visita o pretende visitar Chile. Dicho plan pondrá al país en una mejor posición competitiva y mostrará a los turistas el grado de madurez de su industria turística.
Su implementación busca: 1) Coordinar el desarrollo de un Plan Nacional de Seguridad Turística que incluya recomendaciones y medidas prácticas para prevenir, enfrentar y resolver situaciones riesgosas a las que puedan verse enfrentados los turistas. El Plan debe formularse por las autoridades públicas para tener validez, pero en estrecha colaboración con el sector empresarial turístico, con sus trabajadores e involucrar a otras instituciones que se verán posteriormente implicadas en su ejecución, tales como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI), Carabineros de Chile, servicios de seguridad marítima y aérea, concesionarios de autopistas, aeropuertos y puertos, servicios asistenciales de salud, guías turísticos, administradores de museos y sitios del patrimonio, CONAF, autoridades municipales de zonas con alta frecuentación turística. Junto con el Plan debe definirse una estrategia para su difusión a nivel nacional e internacional. 2) Considerar la formación y entrenamiento continuo de trabajadores del sector. 3) Crear un Plan de comunicación coordinado hacia el exterior que entregue los lineamientos de cómo actuar comunicacionalmente (mensajes, tareas, responsables) ante la existencia de eventos en Chile que pudieran desmotivar al viajero a visitar nuestro país.
